Entonces una bella dama llamaba Sam estaba sentada en la parada de autobuses platicando con un anciano que padecía de estrabismo, cuando de pronto llegó el autobús de la dama, se para y sube en él.
Sam: muchas gracias, señor. Buenos días. (Dijo ella mientras subía y la pagaba al conductor)
Conductor: Buenos días, por favor pasé atrás del autobús. (Toma el dinero y lo guarda).
Pasajero 1: ¿eres nueva aquí muchachita?
Sam: si, señor, apenas llegué de mi pueblo, vengo a buscar a mi novio. (Dice ella bajando al mirada)
Pasajero 1: huy pues haber si lo encuentras. Jaja
En eso simplemente Sam se quedó callada y decidió ya no hablar con el señor, cuando de repente él le dice:
Pasajero 1: Bueno pues para que no le busques más, mejor dáme todo el dinero que traigas, sé que no teniendo nada, no podrás buscarlos.
Sam: no, pero cómo se lo voy a dar.
Pasajero: mmm pues tu decides (enseñándole una pistola).
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